El deslanado es una técnica que aplico con frecuencia, especialmente en perros de pelo largo o con doble manto, como Golden Retrievers, Border Collies o Pastores Alemanes. Consiste en eliminar el subpelo muerto que queda atrapado debajo del manto exterior. No es lo mismo que un corte de pelo: acá no se modifica el largo del pelaje visible, sino que se trabaja sobre la capa interna para aliviar la acumulación de pelo muerto.
Es una práctica muy beneficiosa porque ayuda a que la piel respire mejor, evita la formación de nudos y reduce significativamente la cantidad de pelo que se cae en casa. Además, si se hace en los momentos adecuados, como en los cambios de estación, contribuye a que el perro regule mejor su temperatura corporal.
No todas las razas lo necesitan, pero cuando corresponde, lo incluyo como parte del grooming. Para hacerlo uso herramientas específicas que permiten retirar ese subpelo sin dañar la piel ni cortar el pelo sano. El resultado: un pelaje más liviano, brillante y saludable.
El deslanado no duele y, cuando se hace con paciencia y las herramientas correctas, los perros lo toleran muy bien. Incluso se sienten más cómodos después de la sesión.